jueves, diciembre 08, 2011



Cántame bardo,
cuéntame sueños.
Dibuja notas en el aire
con tu laúd de humo de pipa.
Cántame trovador,
cuéntame historias
de gitanos de piel verde oliva.

En el jardín del Edén hay un encantador de serpientes tuertas.

martes, noviembre 29, 2011

Heave away boys!

... y preocupado por el pequeño gusano en su manzano, no vio venir la vívora del jardín de al lado ...

martes, noviembre 22, 2011

Del colacao parlamentario español, y una propuesta rápida

Justificación de entrada:

Durante estas elecciones se ha desatado un debate acerca del sistema electoral, su "injusticia" al variar el peso del voto de una provincia a otra y la idoneidad de la manida ley d'Hont.


Sistema actual:


Nuestro sistema parlametario actual se divide en dos cámaras, la alta (el Senado) y la baja (el Congreso).

La composición del Senado, como aparece en wikipedia, es de "4 senadores por cada provincia (a excepción de las insulares), 3 por cada una de islas de Gran Canaria, Mallorca y Tenerife, uno por cada una de las islas o agrupaciones de ellas de Ibiza-Formentera y Menorca en las Islas Baleares, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote (incluyendo a La Graciosa y las islas menores) y La Palma por las Islas Canarias y 2 senadores por cada una de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla", elegidos de forma directa por sufragio universal. A estos se añaden "los senadores designados por las comunidades autónomas, elegidos por la asamblea legislativa de cada una a razón de un senador inicial y otro más por cada millón de habitantes de su respectivo territorio."

Por su parte, en el Congreso "cada provincia tiene garantizado un mínimo de partida de dos escaños. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tienen uno cada una de ellas. De esta forma, quedan ya asignados 102 escaños. El resto de escaños se reparte de forma proporcional al número de habitantes de cada provincia."

Problemas y comentarios:

Obviamente este sistema es un tanto ridículo, dado que tenemos dos camaras. Una que pretende ser la base de la representacion territorial (Senado), y una poblacional (Congreso), pero en las que se introducen distorsiones. En el senado distorsiones poblacionales, y en el Congreso distorsiones relativas a la territorialidad al establecer un número mínimo de escaños por provincia, con lo cual tenemos en ambas un sistema mixto.
A la hora de la verdad el Senado, como se viene diciendo últimamente parece no tener un poder real, y se oyen algunas voces a favor de su supresión. Siendo éste el caso (el de un sistema unicameral de facto), me parece que no caben las críticas a que el voto pese más en unos sitios que otros, ya que considero que la organzación territorial del país debe de tenerse en cuenta (los habitantes de zonas menos pobladas necesitan esa sobrerrepresentación, o sus intereses no podrían ser defendidos adecuadamente).
Otro comentario que me parece importante y que es un punto a favor del sistema actual, es que se facilitan las mayorías. A mi esta característica me parece buena, como le parecía a los padres de la constitución, y como dicta el sentido común. (Para facilitar la gobernabilidad del país).

Vistos estos puntos, parecería que el sistema actual está genial, y que limitandonos a un sistema unicameral, tendríamos un Congreso con todas las características deseables.
No creo que sea así, ya que (hilando más fino) podemos ver que hay partidos que suelen salir especialmente perjudicados (léase IU y UPYD), no tanto en estas elecciones como en las pasadas.
En cualquier caso, ya que tenía tiempo, pues he escrito una breve propuesta de cambio.

Breve propuesta:

Mi propuesta es la de mantener el sistema bicameral actual (aunque sea por tradición), en la que el Senado tuviera una representación puramente territorial (2 o 3 senadores por comunidad autónoma y no provincia, ya que es la división administrativa de facto actual), y un Congreso en el que no se introdujeran distorsiones territoriales mediante la introducción de un distrito único.
La asignación 350 diputados para un único distrito mediante la ley d'Hont es básicamente un sistema proporcional, ya que la ley d'Hont tiende a la proporcionalidad para muchos escaños (corregidme si me equivoco). De este modo la útilidad de facilitar mayorías se pierde, con la consiguiente pega explicada antes.
Para solventar este problema (que muchos no veréis como tal), yo introduciría una simple fórmula:

E = 350(x)^u


Donde E es el número de escaños asignados a un partido que ha obtenido un porcentaje x de votos. El parámetro u se establece de forma aleatoria (algo así como el límite del deficit regulado con una ley orgánica) y puede variar entre '0' y '1' ('1' para un sistema proporcional que va facilitando las mayorías a medida que se acerca al '0').

Para introducir este cambio, es preciso garantizar el poder real del Senado.

lunes, noviembre 21, 2011

Asando castañas


El placer del esclavo,
esquivo de la realidad.
Libre para ser olvidado.



Y a veces el mundo parece tener un propósito.
Cuando cruzas La Castellana
y los coches parecen avanzar al ritmo de Lluis Llach.
Y eso no tiene ningún sentido,
pero no está reñido con el propósito ni la finalidad.

lunes, noviembre 14, 2011

De griegos y cántabros.


Miénteme,
léeme cuentos inventados,
de aventuras en nubes
de sueños robados.


Soy un vago. Me da tanta pereza formarme opiniones de los temas, que ya no se de nada. Donde antes hacía un riguroso estudio para formar opiniones fundamentadas, hoy me guío por la improvisación y la intuición.

No es un lamento, es un hecho. Mi mente pragmática lo asocia a la optimización del tiempo. Al fin y al cabo, no quiero que el día de mi muerte mi vida se resuma a un montón de opiniones.

Mi relativismo es el que me lleva a esa pereza. Para mi todo es opinión y no hay conocimiento objetivo. No se por qué, pero reafirmo la experiencia sobre el conocimiento. (Podría tratar de fundamentar esta opinión, pero toda esa dialéctica no iba a tener un valor objetivo, por lo que se cierra el círculo y me cago)

También me volví un intervencionista.

Al quitar el valor de toda esta labor reflexiva, mis opiniones varían de un día a otro. Los juicios carecen de valor, por lo que se pueden cambiar sin problemas.

Y un hedonista.

La voluntad se rindió al deseo. O quizá fue el deseo el que se rindió a la voluntad. Creo desear lo que quiero desear. En ese sentido soy bastante artificial. (Guardando un cierto margen a la estocasticidad, que no es sino la expresión de la voluntad subconsciente) Al final deseo y voluntad son una misma cosa.

En fin, no merece la pena pararse en este tema.

sábado, noviembre 05, 2011

Mejillones despechados comen queso de cabra

Apasionado de la indiferencia,
preso del tiempo.
Ser un muerto en vida,
ser en muerte un muerto.

No te fumes mis besos.

jueves, octubre 27, 2011

Un poco de narcisismo:

Hace miles de años, en alguna posible época nihilista, pensé, o escribí, o memoricé:
"Tanto escritores como diaristas pecan de narcisismo"

Esta frase que tengo grabada, afirma que no hay conocimiento válido, que no hay pensamientos ni filosofía humana con un valor objetivo. Y por tanto, solo la vanidad lleva al escritor a pensar que sus creaciones pueden llegar a interesar a alguien, o que merecen quedar por escrito para la posteridad. Y más aún. Los diaristas también pecan de pretenciosos, al pensar que sus paranoias merecen simplemente ser recordadas por él mismo.

Estos pensamientos son los que me llevan a colgar paranoias sin molestarme en que sean entendibles. Simplemente me evocan cosas, me recuerdan sensaciones, olores. En ese sentido este blog tiene más de morboso diario público que de blog en sí.

Pero por un día, haré una concesión al narcisismo y explicaré mi última entrada. No solo como acto de vanidad, también de ternura, por compartir algo más con vosotros que palabras al azar (que es lo que a Rayko le parecen algunos de mis post):

Paco el poyo es un profesor de "Lengua castellana y literatura" (más de esto segundo), que tuve en primero de bachiller.
Éste profesor daba las clases con un estilo un tanto particular. Solía ser bastante borde, y le encantaba soltar ironías sobre el futuro de sus alumnos, a medio camino entre la broma y el insulto. A mí me caía bastante mal. No soporto a la gente pretenciosa, y éste lo era un rato. Se creía una especie de Mr Keating, y nos exhortaba máximas medievales mientras se nos dirigía en femenino.
En realidad era insoportable, pero sabía comunicar un amor a la literatura, que a mí me caló bastante. En sus clases descubrí la poesía.

Bien. Pues uno de los comentarios que nos hizo este hombre, que por cualquier motivo se me quedó grabado, es que teníamos que estudiar duro para comprar nuestra libertad. Se refería a leer, a estudiar, a viajar. A quitarnos nuestra piel de borregos, de buenos ciudadanos, de catetos de nuestro tiempo. Esa libertad es dura de comprar. No es algo que venga dado, hace falta voluntad y él nos animaba a comprarla antes de que fuera demasiado tarde.

Bien. Pues esa compra de libertad tenía yo en mente la otra tarde, en el cuarto de baño del edificio Pampa de la ciudad financiera del Santander. Comprando mi libertad a mi modo. A las ocho de la tarde, y viendo que no había hora de salida.
Agonía entre las luces automáticas y los secadores de manos. ¿Dónde estaba esa libertad que llevo comprando desde entonces? ¿Acaso no sería más libre durmiendo en mi casa? Paco el poyo no tenía razón,
y el durbitán tampoco
.

Durbitán son unos chutes de cafeína, que mi amigo Marc nos dio a probar en plena fiebre empollona allá por segundo de carrera. Representan los momentos más duros de esta compra de libertad, como pueda ser este (a ratos).

Finalmente volví a mi asiento y apenas publiqué este post nos liberaron. Por fin.

miércoles, octubre 26, 2011

Paco el poyo no tenía razón.
El durbitán tampoco.

martes, octubre 25, 2011

Verdes.

Lo despertaron a lametazos, embrutecido
por el desconocimiento de
sensaciones que no existían.
Estremecido,
se le erizaba el vello de solo recordarlo.
Sus poros se abrían palpitando. Gritaban
sorprendidos, despertando de un invierno demasiado largo.

martes, octubre 11, 2011

De pipas y gusanos.

No tardó en percatarse de que esta habilidad era algo que se aprendía. Se aprendía a follar como se aprendía a montar en bicicleta, a base práctica. Hizo una lista con sus deseos, y se la comió. Entonces comprendió que la ignorancia era el único conocimiento, y como tal se lo hizo saber a su señor.
Un pequeño gusano entró en la manzana. Al principio nadie se preocupó, era solo un gusano, y la manzana era muy grande y estaba todavía verde.
Él sabía que era un pensamiento fugaz y breve, como una pequeña reflexión. Él sabía que esa pequeña reflexión estaba taladrada en su mente, y que no lo dejaría en paz. Tarde o temprano, saldría fuera y lo echaría todo a perder. ¿Podía luchar contra él? ¿Servía de algo intentar matar ese pequeño gusano?
Otros pequeños gusanos ya habían cambiado su vida de forma radical, no necesariamente para mal, pero siempre saliéndose de lo planeado, generando caos e incertidumbre.
Quizás ese caos no era tan malo. En cierto modo, hacía su pobre existencia algo más interesante. ¿Debía pues bendecir los pequeños gusanos?
-¡Hay gusanos y gusanos!- Le decía su mente bipolar. Claro, gusanos buenos y gusanos malos, gusanos de seda productivos y lombrices intestinales parásitas. Pero, ¿quién debe hacer esa división? ¿Qué alta autoridad es capaz de discernir entre gusanos? ¿La ética?
-¡El pragmatismo! - Le decía su otra mente bipolar.

(.../...)

Y de repente, mientras filosofaba sobre gusanos, se acercó lentamente una enorme oruga azul arrastrándose con una gran pipa de agua, y se lo fumó.

martes, octubre 04, 2011

2. Encuentro

Había pasado toda la noche dando vueltas a la configuración del autómata. No sabía muy bien que podía haber ido mal, pero ya había pensado en varios pequeños cambios que probar.
Su invento permanecía en la misma posición en la que él lo situó la noche anterior, pero rígido, sin energía en las baterías.
Abrió su parte posterior, y extrajo las cintas magnéticas en las que la máquina tenía escrito el código, y las introdujo en su lector para introducir los cambios que tenía en mente.
Al observar la pantalla del lector se quedó desconcertado. Para un extraño, la pantalla solo mostraba puntos y rallas, en una suerte de morse de su invención, que codificaba la configuración de su ingenio.
Lo novedoso de su invento, es que el código que él había introducido inicialmente no permanecía estático, sino que la máquina podía modificarlo y mejorarlo según protocolos introducidos en el mismo código.
Su desconcierto vino porque su configuración inicial solamente ocupaba media cinta, y las tres cintas que había introducido en el lector estaban completamente escritas y modificadas. Parecía que después de todo la máquina sí había funcionado, aunque no hubiera reaccionado físicamente.
Además del desconcierto, le entró una enorme curiosidad, porque no reconocía el código que había en esas cintas. Él lo había escrito de forma sencilla, según un lenguaje que había desarrollado en su taller. Parecía que el autómata había decidido cambiar incluso el lenguaje con el que se codificaba su configuración interna. Estaba totalmente asombrado.
Obviamente, no introdujo ningún cambio en las cintas, y se dispuso a pensar que era lo que fallaba en la máquina, suponiendo que internamente el autómata sí había funcionado.
Sabía que la parte electromecánica funcionaba bien, pues la había probado mil veces con configuraciones sencillas y no había tenido ningún problema. Tenía que ser algo interno.
Lo siguiente que pensó era que el autómata necesitaría más memoria de la pensada inicialmente, ya que había llenado las tres cintas, cuando inicialmente solo esperaba que llenara la primera y parte de la segunda. Así que se dispuso a introducir las tres cintas iniciales en su lugar y a conectar varias cintas más que tenía por el taller, de mucha más capacidad, mediante un cable directamente a las entrañas de su invento.
Cambió las baterías, y volvió a conectarlo.

sábado, septiembre 24, 2011

1. Nacimiento

El viejo constructor dejó las herramientas sobre la mesa de trabajo, y resopló mientras admiraba su obra. Nunca había intentado crear nada semejante. Desde que era un joven aprendiz, se había limitado a construir autómatas sencillos y pequeñas máquinas que ayudaban en las labores a las mujeres del pueblo. Esta última máquina era el resultado de años de dedicación y experiencia, y esperaba que fuera tan impresionante como lo había sido en su imaginación mientras lo construía.
La mesa tenía un aspecto más bien desordenado, lleno de cables y engranajes que había usado para crear su ingenio electromecánico. Trabajosamente fue al extremo de la mesa, y activó la tensión eléctrica, dando instantánea vida a su nuevo invento.
En silencio, lo observó esperando una reacción.
Sus aparatos siempre incorporaban un sistema de autorregulación y aprendizaje que había diseñado él mismo, de forma que ellos mismos podían ajustarse y aprender de forma autónoma sin necesidad de estar ajustándolos cada día. En el caso de este ingenio, la complejidad era tal, que el tiempo que tardaría el aparato en autoajustarse y aprender a comunicarse con su creador sería más bien largo.
El autómata dirigió sus cámaras y sensores a su creador, mientras sus circuitos asimilaban su figura y sus rasgos.
En realidad, el viejo constructor no sabía muy bien lo que estarían pasando por los circuitos de la máquina, ya que nunca había hecho nada parecido y suponía que daría bastantes problemas al principio, hasta que diera con un código autorregulado medianamente estable.
El viejo seguía esperando una respuesta. Frunció el ceño molesto.
-Preséntate- Le dijo a la máquina, que no respondió mientras continuaba con sus cámaras y sensores dirigidos al viejo constructor.
El constructor resopló disgustado pensando en qué podía haber ido mal, y dio a la espalda al aparato mientras se dirigía a la puerta del taller.
Mañana volvería a abrirlo para revisar los circuitos, y de momento lo dejaría conectado hasta que agotara las baterías.
El taller se quedó a oscuras al cerrar la puerta con llave.

domingo, agosto 28, 2011

Entre chaflanes.

Construye mentiras sobre mi pecho,
y devuélvelo al fondo del mar.
Construye mentiras sobre mi pecho,
y húndelo una vez más.
No te pese ni te lamentes
malnacido,
solo construye mentiras en mi pecho,
y olvida que me has jodido.

martes, agosto 16, 2011

summer

En un día, ves las pelis que tenías apuntadas para ver.
En dos días, ves los capítulos nuevos de las series que no veías desde febrero.
En tres días, lees los dos últimos libros que compraste, y que son los que más ilusión te hacía leer.
En cuatro días, vas a Madrid y te gestionas un piso nuevo.
En cinco días, te da tiempo a superar una amigdalitis.
Seis días es lo máximo que pasas en casa.
En diez días te recorres media costa cantábrica y las Rías Baixas.
Y en quince días... se acabó el verano.

lunes, julio 25, 2011

En ese estado febril que conecta la embriaguez, con la enfermedad, con la pasión...

domingo, julio 17, 2011

De ramas y ramos.

Tomar decisiones es, en cierto modo, eliminar partes de tu vida que no has vivido.
Yo concibo mi vida como un árbol fractal, con infinitas ramificaciones que son cada una de las posibilidades que se te presentan. Al decidir, continúas por una rama y desechas las demás. Al final solo queda el camino que has recorrido, pero al principio todos son igual de posibles, y todos te pertenecen de la misma manera. Hay ramitas que quedan inaccesibles unas de otras, opciones por tanto, incompatibles en un mismo plan de vida (por la misma limitación espaciotemporal). Antes de decidir sin embargo, esas ramitas están juntas, son igual de posibles y parecen convivir sin conflicto. Una especie de nostalgia hacia el futuro nos recuerda que no, que al final solo un camino se podrá recordar, por la maldita unidimensionalidad de nuestra existencia. Nada me impide en cambio, almacenar en mi cabeza mil recuerdos de mil vidas que quizá solo leí, o imaginé, o planeé, y mantener ante mi esa nueva rama escogida, que es todo un árbol ramificado hacia el futuro, de infinitas nuevas ramas y posibilidades.

viernes, julio 01, 2011

Perdónenme la escatología.

Devórame gusano de la mediocridad,
come y caga, come y caga.
Devora la manzana que un día fue roja,
come y caga, come y caga.
Anaconda de cariada longitud,
come y caga, come y caga.
Pocha, pudre y corrompe,
come y caga, come y caga.
Sobre un libro,
una mierda.

jueves, junio 16, 2011

Poe

Las sombras persiguen
al loco como el dolor
al poeta.
Sombrío es el dolor
y el loco poeta.
Imsomnio y demencia.
Treinta y dos piezas,
de marfil, diminutas, brillantes.
Caen al suelo
mientras la razón conquista la memoria.
Tratado del miedo.
Horror, misterio y muerte.
Berenice.
Catalepsia.

miércoles, junio 08, 2011

Érase una vez un pajarito...

El pajarito no cantaba. Era feliz sin cantar. Empezó a querer cantar. Pensó que sería realmente feliz cantando. El pajarito cantó y una zorra que por allí pasaba se lo comió.

domingo, junio 05, 2011

Aneu fent lloc que estem esperant...

Una extraña euforia lo invadía. Sabía que ese era su fin. La felicidad mata al poeta, eso había pensado siempre. Sin embargo no podía evitar sonreir mientras se consumaba el seppuku, y recordar a Calderón.

miércoles, junio 01, 2011

fluidos

Era una masa de gas esférica que flotaba en la oscuridad del espacio. El tenue brillo de una luz lejana revelaba las turbulencias en la superficie fluida y viscosa. Diversos colores emergían del centro, y se mezclaban entre sí como delgados hilos tejidos una y otra vez. Este movimiento convectivo mantenía la esfera en un equilibrio dinámico, en el que resultaba imposible predecir la siguiente textura. Formas y figuras aparecían y desaparecían caprichosamente.

Él se sentía incómodo observando ese espectáculo... Tal mezcla de colores le parecía obscena y de mal gusto. Semejante borboteo continuo le provocaba un cierto rubor. No era extraño teniendo en cuenta lo que la bola le sugería. Y no era culpa de él o de su mente perversa, sino que la esfera se esforzaba en provocarle. Al menos eso pensaba.

Él miraba la bola con seriedad, tratando de fijar su mente en el mero fluido, pero la terca y persistente esfera conseguía introducir una y otra vez imágenes y pensamientos desagradables en su cabeza. Eso lo ponía furioso. No soportaba esa sensación de descontrol...

Y de ese modo, se quedó dormido.

martes, mayo 24, 2011

Y entonces la hormiguita dijo que vale, que todo era una mierda. Que se acabó, y que no había solución.

viernes, mayo 06, 2011

De olores y tumbas

Yo era de los que pensaban que el árbol cuando caía en el bosque no sonaba. Que la realidad era ante todo subjetiva. Que si nadie conoce algo, ese algo no existe. Así no existía descubrimiento, sino invención, creación.

Y de nuevo, me descubro unos capítulos más atrás de lo esperado, nunca parezco llegar a la mitad del libro. Lo niego, pero luego llega la noche y ansío nuevamente
ese nirvana temporal que es el sueño. Los colores no ayudan.

Y de repente se muere Sábato, un grande. Y matan a Osama, un carnicero. Y el pan se queda sin su olor a recién hecho. Y el chocolate ya no sabe a chocolate. Y no quedan lágrimas de cocodrilo, ni poesías del Gran Miguel. No queda humanismo.

¿Y podría haber sido yo aquel pintor? Aquel pintor, que en la soledad de su túnel acertó a ver una ventana. Una ventana que pintó, y a la que una tal María se asomó. O ese niño de Råksta. O simplemente un olor olvidado.

miércoles, mayo 04, 2011

Silentium

Ni se lo volvía a plantear. Simplemente la decisión estaba tomada. Sabía que había sido un poco radical e imprevisible, y su familia tenía todo el derecho de indignarse y pedirle explicaciones, pero no las tenía.
Se acercaba con lo que parecía un paso decidido a las gruesas puertas de madera, que según había determinado, no volvería a cruzar.
Lo recibió un hombre anciano, con túnica y barba blancas, y con unos ojos brillantes que despedían paz.
Detrás contemplaba los Alpes, verdes y húmedos. Vivos y con alma propia.
No sintió necesidad de despedirse de su voz, que allí dentro no necesitaría, ni de otros placeres y lujos que deliberadamente dejaba atrás. Se trataba de un portazo en su vida, abrir una puerta y cerrar todas las demás. Entrar en un mundo nuevo, una experiencia totalmente diferente que lo cambiaría a él y a su relación con el mundo de forma irreversible. No sentía miedo. Más bien era una mezcla de curiosidad e impaciencia. Impaciencia de la que se avergonzaba. No cabían prisas en esa nueva vida en la que el tiempo dejaba de tener linealidad, y se convertía en algo abstracto apenas perceptible a través de la memoria.
Un suave aroma a almizcle e incienso lo reconfortó y le hizo cerrar los ojos. Mientras, a su espalda el enorme portal se cerraba con un mugido que le daba la bienvenida a su nueva vida.

lunes, abril 18, 2011

Conjuros de amor y muerte.

Movía sus brazos siguiendo un baile predeterminado que ella misma desconocía. Como leyendo un compás, sus manos instintivamente sabían que gesto realizar y que aguja clavar.
El muñeco era viejo y arrugado, apenas parecía que pudiera almacenar un ápice de simbolismo. Sin embargo, ella sabía que lo era todo. Lo tenía estirado, clavado con alfileres en una mesa blanca, y humedecido por sus propias lágrimas.
Movía la cabeza violentamente arriba y abajo, poniendo los ojos en blanco y repitiendo su nombre una y otra vez, mientras hacía gestos con unas tijeras, que clavó abiertas de forma violenta a un lado y otro del cuello de la marioneta.
Tras emitir un grito, deja caer la cabeza exhausta sobre la mesa, que se fue volviendo roja. El muñeco sangraba.
Era amor lo que la había llevado allí, ¿y era muerte el resultado? ¿Qué había hecho? El títere mantenía la misma mueca rígida e inexpresiva. A ratos esa mueca le parecía una burla, una burla que había contribuido a ennegrecer su corazón.
Sabía que no había vuelta atrás, y entre lágrimas cerró las tijeras.

sábado, abril 09, 2011

Bote y cartel

Poesía de piojos.
Vieja tuerta sin zapatos,
melón podrido en una caja,
almorzar en una estaca.
Cartón de vino, en un banco
portal cerrado a cal, y canto
mañanas de flauta, y tren.
Calor en las manos, frío en los pies.
Noches de piel y hueso,
vigilia de ausencia de besos.
Dolor de recuerdo,
de palos en los riñones,
de olvido de los colores,
de negras cejas sobre negros hoyos;
ausencia de imagen de antiguos gozos.

domingo, abril 03, 2011

La gata los observa grifada detrás del cristal empañado. Hay una extraña conexión de movimientos entre ésta y la mujer que se retuerce bajo el peso del dueño de la casa.
Éste la tenía sujeta por la cintura, y la atraía hacia así con movimientos bruscos. A cada empuje, la gata se erizaba. Saca las garras y las clava sobre la espalda cubierta de músculos en tensión. En el cuello, una arteria bombea sangre a un ritmo constante marcando el paso del tiempo. Los latidos de los dos corazones se entremezclan con gemidos y gruñidos. La mujer se acerca al cuello, y como animal hambriento muerde con fuerza. Un grito. La gata bufa. La agarra del cuello y aprieta. El hombre sabe que solamente dejando a su instinto apretar la destrozaría, sin embargo deja los ojos en blanco y se deja llevar por el dolor. El sudor, la sangre y otras secreciones se mezclaban con el placer y el dolor. Exhaustos caen sobre el sofá. El felino ronronea y levantando la cola se marcha de un salto.

martes, marzo 29, 2011

Independencia

¿Por qué limitar a mi piso mi función de hortelar, pudiendo expandir el ocio por aquí?

Un corto de Felipe Vara de Rey, del concurso NOTODOFILMFEST de Jameson. Buenos cortos y buen güisqui. Mi favorito (el güisqui, no el corto) aunque algo caro.

Muy gracioso (el corto, no el güisqui) como muchos otros del concurso. Os recomiendo que le echéis un vistazo si tenéis un rato, o una tarde que perder de corto en corto. Y de paso un copazo de Jameson, si tenéis a mano. ;)

http://www.notodofilmfest.com/index.php?corto=28687#/Home/Ficha/28687/

jueves, marzo 24, 2011

Julián y el libro mágico

Se acercaba el cumpleaños del pequeño Julián, y estaba muy nervioso. Sabía que le iban a regalar algo muy especial, aunque no sabía qué. Cada año se trataba de una sorpresa nueva. Esperaba cualquier cosa. Una varita mágica, un dragón, una alfombra voladora, un pececito de oro, habichuelas mágicas... Cada regalo que le traía su padre tenía toda una historia detrás tan antigua como el mundo, y los iba guardando como pequeños tesoros mientras memorizaba cada detalle y juraba no olvidarlos.
Este año iba a ser especial. Claro, ya cumplía diez años y se estaba haciendo mayor.

Esa mañana se levantó más temprano de lo normal, esperando ver las pistas que cada año dejaba su padre. Porque una cosa hay que decir, y es que no se lo ponía nada fácil. Cada año debía realizar una verdadera labor de investigación, exprimirse el cerebro e ir atando cabos, de forma que cuando encontraba su regalo él ya era parte de la historia.

Ese año parecía que se lo había puesto especialmente difícil. Por más que se fijaba a su alrededor no veía nada extraño ni nuevo. Recorrió la casa examinándola minuciosamente, y solo vió un libro en la mesita donde su madre solía poner las llaves y las cartas cuando llegaban a casa.

Se llevó el libro a la cama con cuidado, y se puso a verlo. En realidad el ya había leido libros en el cole, y sabía que era un poco extraño que el libro estuviera en blanco. Era muy bonito. Tenía las tapas gruesas y de color gris, como las escamas de un pez. Y al tocarlo, era como si acariciara un lagarto. Él sabía como era el tacto de un lagarto, porque su primo tenía una iguana enorme y le dejaba tocarla.

Vaya rollo, pensó. Porque claro, encontrar un libro en el que no pone nada es un poco aburrido. Sería como encontrar un rotulador gastado, que vale, es un rotulador pero ya no puedes pintar ni nada.
Abrió el libro, y se dio cuenta que había hojas arrancadas. Algunas casi no se notaba, porque habían sido muy bien recortadas desde el lomo del libro, y otras apenas habían rasgado la mitad de la página.

Se preguntaba que sentido tendría ir rompiendo un libro tan bonito. A una de las páginas le faltaba un hueco en forma de estrella en el centro. Lo miró fijamente, y casi le dio un vuelco el corazón.
Corriendo, fue a su armario a buscar entre sus cosas. Sacó una caja de cartón anudada con un cordón, y se puso a abrirla. En esa caja guardaba las cosas realmente importantes, cosas muy antiguas y valiosas. Anudaba la caja con un cordón, porque así los duendes no podrían abrirla y robarle sus tesoros. Todo el mundo sabía que los duendes podían abrir y cerrar cerraduras y puertas blindadas a su antojo, pero no podían desatar nudos. Eran demasiado torpes.

Tras buscar un poco, encontró lo que buscaba. El dibujo de un amuleto mágico en forma de estrella, con un hechizo inscrito en todo el contorno en un idioma desconocido. Aunque no entendiera lo que ponía, sabía que era un hechizo, porque qué otra cosa iba a ser si no.

Recordaba perfectamente como llegó a él el amuleto. Un día, hace mucho tiempo, al levantarse por la mañana encontró una carta debajo de la cama. Él sabía que debajo de las camas se recibían a veces cosas perdidas de otros mundos, mensajes y objetos que van viajando de cama en cama, como los mensajes en una botella van por el océano.

Muy poca gente sabía de este método de comunicación. Probablemente sería porque era muy poco efectivo, y se limitaban a enviar y recibir calcetines. Pero podías dejar una carta debajo de la cama, que no sabías donde iría a parar. No podías escribirle a tu abuelo, porque era muy difícil que le llegara a él y no a otro la carta. Pero era un método útil para pedir auxilio si te secuestran en el torreón de un castillo en una isla perdida que se supone que no existe.

Así fue como le llegó el amuleto. Iba dentro de la carta, con un gran pergamino en el que un anciano padre de diez hijas secuestrado en el torreón pedía auxilio. Y enviaba el amuleto para proteger al que fuera a rescatarlo. La verdad que resultó ser un amuleto muy poderoso, pero eso es otra historia.

Observó que su amuleto encajaba perfectamente en el centro de la pagina con el hueco en forma de estrella. Se preguntaba qué querría decir aquello mientras examinaba minuciosamente el amuleto.

lunes, marzo 14, 2011

Se trata de construir tu realidad.
Se trata de coger lo que tienes más a mano, e ir encajándolo. Formar un espacio acogedor. Una puerta que poder cerrar a lo que quieres dejar fuera, y una ventana para que lo bueno pueda pasar.
Se trata de levantarte cada día, y encontrar el camino a la noche.
Se trata de los amigos, de los conocidos, de los desconocidos y de los por conocer.
Los que te llaman a la puerta, se cuelan por la ventana y te acompañan en ese camino.

Gracias a los que están ahí.

miércoles, enero 26, 2011

starving

Como un frío elixir recorre todas las arterias. Capilares hiperfinos que conectan todo cuerpo.
En un milisegundo, del corazón a la planta del pié, del pecho al cerebro.
Ojos inyectados en sangre cambian de color, la pupila se achica buscando su presa.
Sus sentidos, afinados por el hambre, detectan el leve susurro de un alma respirando a kilómetros.

Fundido en negro.

sábado, enero 01, 2011

Boria

Zamarra húmeda de las mañanas de invierno.