martes, enero 26, 2010

La formula que inventa el capitalismo es bien sencilla. Tu pones un trabajo, yo te doy un jornal, y en paz.
Con esta sencilla formula, que no es otra que la terrible injusticia de la compra-venta del trabajo, el capitalismo intenta justificar su afirmación de que el capital es el único que produce, y que el obrero no es más que un elemento secundario de la producción, que vende su trabajo como otros venden las materias primas y los útiles de labor.
Y cree el capitalismo que de la misma manera que el vendedor de esas máquinas y de esos útiles, una vez recibido su precio, no se queda con derecho alguno a con lo que ella se produzca, así el obrero, vendedor de su trabajo, una vez recibido su salario, no se puede reservar ningún derecho a lo producido con él, y debe quedar por lo tanto al margen de todo beneficio producido.
Como véis fue el capitalismo el que creó el problema social, al creer que la producción es solamente un problema financiero, y que los problemas financieros no tienen nada que ver con los problemas humanos. Y este tremendo error materialista, fue el que nos trajo esos dos males, que jamás podremos esquivar, si no empezamos por renunciamos a seguir interpretando la economía con mentalidad capitalista.