viernes, diciembre 17, 2010

T parity

Y me descubro inestable. Contingente, variable. Como un seguidor de Heráclito, los átomos que forman mi cuerpo no son los mismos que lo formaban hace unos años. No me reconozco ni me conozco. Me recuerdo. Una proyección de algo que ya no existe, pero con la que mantengo una relación de equivalencia, linkada por el tiempo. Un recuerdo que también cambia, porque se proyecta constantemente sobre la imagen ya existente. En ella conviven algunos detalles que son, y muchos que fueron y ya no son. Descubro entonces, que lejos de haberme conocido, esa imagen nada tiene que ver conmigo. Por lo que nada me impide pulsar reset.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Homotopía, la palabra es.

Shilia dijo...

Nunca somos lo que fuimos, ni seremos lo que somos. Tampoco lo es el mundo y no resetea.
Las cenizas siempre acogieron de buen grado a las llamas futuras dando cobijo.