viernes, enero 11, 2008

El niño yuntero

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

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Este es el lamento, este es el sentimiento trágico de la vida de los labradores, de mi juventud.

3 comentarios:

DarkSapiens dijo...

Ostras, Jose, no sabía que eras poeta...

¿Has dicho que esto último estaba relacionado con tu infancia, tu juventud? ¿O es lo que estaría en boca del niño?

(por cierto, creo que los colores que has elegido necesitan más contraste, que como está ahora cuesta algo de leer... :S)

Saludos!

oxnex dijo...

Es un poema de miguel hernández (de sus años de poeta del pueblo), que me gusta bastante y me recuerda en algunas cosas a mi tierra, y la gente de allí.
Provengo de una familia de agricultores, por si no lo sabias. Lo de la física me vino después, jeje. xD
Tomo nota en lo de los colores, y gracias por pasarte.

DarkSapiens dijo...

Lo de la familia de agricultores sí que me lo contaste, por eso ya no estaba seguro de si era sobre tí o no :D

Saludos!