Ando perdido, no se qué hacer con mi vida. Vocaciones van y vienen en un segundo. Me da la sensación de que avanzo, y al no escoger dirección, me voy a dar de lleno contra la mediana.
Opciones:
Terminar licenciatura en Barcelona: Voy con más gente, sería una buena experiencia, iría becado-con dinero. Pegas: Me han quitado la mayoría de asignaturas que me gustaban con el paso a grado, y las que quedan ni siquiera se si me las convalidarían.
Terminar licenciatura en Valencia: Carece de sentido. De ir a Valencia pediría grado, y me pasaría a máster.
Pero ¿qué máster?
Máster en Barcelona/fuera: No parece posible a priori. Porque no me darán el titulo de grado hasta pasado el periodo de matriculación, y únicamente parece que pueda hacer máster en la UV.
Máster en Valencia. Parece lo más sencillo. Pero ¿cuál?
Pegas de máster: No he podido pedir becas interesantes, y únicamente podría tener con suerte la del ministerio de siempre.
Respecto a los másteres / el futuro camino a seguir.
Me planteo:
El máster de física avanzada de un año en valencia, como un modo de postergar la decisión de hacer doctorado y en qué.
El máster en materiales. Me suena interesante, pero en esta estancia en el CSIC me estoy dando cuenta que tengo una pésima base, y a la larga no se si disfrutaría.
Y el pecado oscuro que siempre me ha rondado la mente: máster en banca y finanzas cuantitativas.
Me da la sensación que soy el único que anda perdido. En el centro este en el que estoy, de nanotecnología, me preguntan que hacía yo el año pasado haciendo partículas!
Me digo que lo que tengo que hacer es tomar una decisión y llevarla hasta el final. Pero...
... tengo la cabeza en otra parte.
Se admiten (se ruegan) consejos u opiniones.
4 comentarios:
Yo te puedo aconsejar dónde meter la cabeza (y donde no)
Creo que llego algo tarde (he estado desconectado de la blogosfera demasiado tiempo y estoy recuperando el tiempo perdido a marchas forzadas) porque ya has tomado una decisión, ¿verdad?
Lo único que puedo decirte es que no debes preocuparte demasiado: haces frente a angustias y situaciones típicas del momento en el que te encuentras. De repente, uno descubre que el cómodo camino de la licenciatura (marcado por esa inercia que pone el primer año delante del segundo para a continuación empezar el tercero, el cuarto...) se acaba y que las incertidumbres y las decisiones se suceden vertiginosamente. Personalmente, tengo la sensación de que cada vez tengo que tomar decisiones más importantes en menos tiempo.
Como sé que lo de "a todos nos pasa" no es más que una forma disfrazada del "mal de muchos, consuelo de tontos" y que tú no tienes ni un pelo de tonto, acabaré diciéndote que al final hay que confiar en la cabecita que dios (o Marx o Hayek o en quien quiera que tú creas) te ha dado. En tu caso sé que es garantía más que suficiente para hacer lo correcto.
Decía el entrañable Gorz que envejecemos porque cada vez nos es más difícil empezar de nuevo. Disfruta en la medida de lo posible del hecho de tener una cabecita privilegiada y, sobre todo, del hecho de ser joven (en el sentido gorziano) y, por lo tanto, de poder mirar al futuro con ilusión y con la certeza de que hay muchas puertas por abrir y pocas (o ninguna) cerradas.
Un abrazo.
Pues sí, finalmente terminaré la licenciatura, un poco llevado por esa inercia de la que hablas. Sin embargo me ha servido para darme cuenta de que esto se acaba, y toca pensar y repensar durante este año.
Gracias por tu comentario.
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