domingo, diciembre 07, 2008

libe... que?

El liberalismo, y con él, el individualismo, surge de la afirmación de la libertad, de la libertad de elección y de la libertad de acción.
Asociada a esta libertad, se encuentra la propiedad, que es la diferencia fundamental que enfrenta a este pensamiento con el colectivismo o socialismo.
La propiedad como atributo sustancial del ser humano surge cuando se afirma al mismo como individuo libre y dueño de sí mismo. De esta "propiedad de uno mismo", surge la propiedad que más tarde se extiende sobre los objetos materiales.
Una persona es absoluta dueña de su vida y de su tiempo, y por lo tanto será también absoluta dueña del dinero que gana invirtiendo su tiempo en un fastidioso trabajo.

El colectivismo que niega esta propiedad material y encadena el individuo a la sociedad, niega esta libertad; libertad de elegir.

El reducir la sociedad a clases y medios de producción es invento de socialistas, es invento de economistas. La sociedad no se estratifica de una forma clara. La sociedad la forman individuos libres, libres de formar parte de ésta, o de negarla, o de negarse a sí mismo.

No se puede negar la libertad, la madurez y la responsabilidad a un ser humano, no se puede negar la humanidad a un ser humano. Cuando se somete un individuo a un estado socialista, llámese estado de bienestar, socialdemocracia, dictadura del proletariado... le negamos su libertad de elección, lo condenamos a una infancia permanente, sometido al paternalismo del estado.

Este paternalismo lo podremos considerar bueno o malo, pero siempre será injusto, ya que esta valoración debería hacerla el individuo sometido.

La libertad, en definitiva, conduce al mercado. La responsabilidad de un individuo sobre sus acciones lleva al capitalismo. No hay más.

Podemos condenarnos a la socialdemocracia, pero estaremos negándonos como seres humanos independientes. Estaremos reduciéndonos a una pieza al servicio del estado, del capitalismo de estado.



http://blogs.libertaddigital.com/alaska-y-mario/gran-hermano-como-modelo-de-utopia-social-3967/

2 comentarios:

DarkSapiens dijo...

Buenas, OXNEX.

No sé si no estoy de acuerdo contigo en este tema, o es que yo le doy un enfoque diferente.

Seguramente sí es cierto que dotando a cada individuo de libertad absoluta de decidir, el sistema tendería hacia el capitalismo. Sin embargo, no pienso que porque ésta sea la tendencia natural, este sistema tenga que ser bueno. Simplemente es el resultado evolutivo de un sistema compuesto por un número de seres movidos por la obtención de beneficios como motivación principal.

Sí, puede que fuera lo ideal en el sentido de que quien más se esforzase por conseguir cosas, más beneficios obtendrá, sin depender de o tener que rendir cuentas a un estado que limitara esta independencia, pero es algo que no tiene en cuenta determinadas condiciones de contorno que también imponen limitaciones al sistema.

Y éstas son simples: sencillamente vivimos en un planeta. ¿Qué tiene que ver esto? Que tanto el espacio como los recursos disponibles son limitados. Y somos demasiados humanos en este planeta. Estas dos condiciones prácticamente lo cambian todo: el planeta no tiene los suficientes recursos para mantener el nivel de consumo actual, de modo que no todas las personas pueden disponer de esa "libertad" mencionada anteriormente. Si una parte de la población aumenta sus beneficios, otra parte tendrá que empobrecerse necesariamente, porque de algún sitio tendrán que obtenerse los recursos que hacen falta para lo primero.

El estar todos juntos en el mismo planeta impone ya de por sí limitaciones a las libertades. Las personas no pueden vivir totalmente independientes unas de otras (no hay espacio), de forma que la libertad individual de cada uno entra en conflicto con la de los demás. Y a partir de aquí pueden tomarse dos caminos (lo expongo como extremos para verlo más claro): o se considera que para cada individuo prima absolutamente su propia libertad respecto a la de los demás, y se tiene una competición total por los recursos (con resultado de invasiones, hambrunas y genocidios) hasta que éstos se agoten definitivamente, o se impone algún sistema de organización para que las limitaciones a las libertades de todas y cada una de las personas sean las mínimas, y se llegue a una especie de equilibrio. En el segundo caso, el sistema limita las libertades de todas las personas para poder organizarse, mientras que en el primero son las propias personas las que limitan las libertades de otras, pudiendo llegar a situaciones como las mencionadas. Se podrían elegir varios criterios para decidir cuál de los métodos es más justo.

Quería contar más aspectos del asunto, pero veo que acabo extendiéndome más en el comentario que tú en la entrada… Sólo si estás de acuerdo, seguiré.

Por cierto, me parece interesante la idea de hacer del GH una especie de experimento con los sistemas económicos. Así al menos se aprendería algo viéndolos :)

Tal vez te gustaría leer la Trilogía de Marte, de Kim Stanley Robinson, donde se trata la evolución futura de la situación económica de forma bastante interesante.

Un saludo.

oxnex dijo...

Hola Dark Sapiens!

Me parece muy buena tu idea de "las condiciones de contorno".
Lo cierto es que como afirmas, el estado al que tienda el sistema en un régimen de libertad no tiene porqué ser bueno. Estoy de acuerdo, pero lo que yo creo es que sería el más justo.
Puntualizo: Cuando hablas de hacer primar la libertad individual, das a entender que se trata de una anarquía.
No me refiero a eso. Por supuesto, la libertad de un individuo tiene su fin en la libertad de otro individuo. Y para garantizar esto es necesario un Estado. Un Estado que garantice que no se limitan las libertades de sus componentes.
Este concepto de Estado, no tiene nada que ver con el actual.

Aquí entran las competencias para equilibrar tus "condiciones de contorno".

Por otro lado, no me parece que si se hiciera primar la libertad individual en el sentido que expones, se acabara con genocidios, invasiones... En el sentido de que en sus albores, la humanidad fue libre, y eligió el camino de la vida en comunidad. Los primeros individuos decidieron vivir en comunidad.

Volviendo al principio, lo que realmente detesto del intervencionismo, la socialdemocracia, el keynesianismo... es que se trata de un "estado de bienestar" pero solo para unos pocos. El estado (hablo de EEUU...) no interviene en la economía del país, interviene cuando se trata de importar productos de países más pobres. Imponiendo tasas y obligándolos a competir en condiciones desventajosas.

Cuando además de estas injustas intervenciones (motivadas siempre por intereses particulares, nunca estatales), se interviene en la vida misma de las personas (hablo de España y Europa), entonces ya no existe libertad. (Me refiero a que el estado decida en qué idioma debes estudiar, qué coches puedes comprar, qué deben aprender tus hijos...)

Bueno, resumiendo creo que estamos de acuerdo en que se necesita una regulación en las libertades. (Lo llamaría administración de justicia).

Acabo recomendándote también un libro. Se trata de "Un mundo feliz", que probablemente ya habrás
leído, y que ilustra muy bien a qué podría llevar una excesiva planificación central de la economía y la sociedad.

Saludos.

PD: La trilogía de Marte la tenía ya en mi lista de libros "por leer". La ascenderé un par de posiciones :)