En un día, ves las pelis que tenías apuntadas para ver.
En dos días, ves los capítulos nuevos de las series que no veías desde febrero.
En tres días, lees los dos últimos libros que compraste, y que son los que más ilusión te hacía leer.
En cuatro días, vas a Madrid y te gestionas un piso nuevo.
En cinco días, te da tiempo a superar una amigdalitis.
Seis días es lo máximo que pasas en casa.
En diez días te recorres media costa cantábrica y las Rías Baixas.
Y en quince días... se acabó el verano.
3 comentarios:
En 320 días todo puede volver a empezar.
Hace tiempo que quería comentarte este texto, pero con el retraso que llevo, se ha acabado el verano incluso.
Esta entrada es el mejor resumen del verano que he leído...
Me deprimí, jajaja
En serio, pero también la real realidad contada es divertidísima.
si pudiera elegir, pues no dejaría que mi mente arruine mis "sentidos" días, bueno, si pudiera elegir, claro, cosa que no suele ocurrir ni en mi propia cabeza.
Saludos argentinos, peregrino en autopista :-)
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