lunes, febrero 27, 2012

Casiopea.

La estupidez de la rutina, del mundo oculto tras la cobarde monotonía.
El conformismo. La mediocridad.

Un mundo compuesto por veintegenarios, por burócratas de la empresa privada, que sacrifican parte de su vida y de su cerebro para servir a la estupidez colectiva.
Un mundo de palabras pausadas, y voces bombeadas. Del hablar sin saber. Del creerse sin ser.
Un mundo de imagen. Un mundo vacío. Un mundo donde los elefantes llevan tacones, y las hienas tocan el bandoneón. Donde las voces gustan de oirse con ese repelente acento británico.
Más vicios que virtudes, en este mundo de días sin Sol y bombillas de bajo consumo.
Risas joviales. Calvas incipientes. La cantera de los hombres grises.