martes, noviembre 29, 2011

Heave away boys!

... y preocupado por el pequeño gusano en su manzano, no vio venir la vívora del jardín de al lado ...

martes, noviembre 22, 2011

Del colacao parlamentario español, y una propuesta rápida

Justificación de entrada:

Durante estas elecciones se ha desatado un debate acerca del sistema electoral, su "injusticia" al variar el peso del voto de una provincia a otra y la idoneidad de la manida ley d'Hont.


Sistema actual:


Nuestro sistema parlametario actual se divide en dos cámaras, la alta (el Senado) y la baja (el Congreso).

La composición del Senado, como aparece en wikipedia, es de "4 senadores por cada provincia (a excepción de las insulares), 3 por cada una de islas de Gran Canaria, Mallorca y Tenerife, uno por cada una de las islas o agrupaciones de ellas de Ibiza-Formentera y Menorca en las Islas Baleares, Fuerteventura, La Gomera, El Hierro, Lanzarote (incluyendo a La Graciosa y las islas menores) y La Palma por las Islas Canarias y 2 senadores por cada una de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla", elegidos de forma directa por sufragio universal. A estos se añaden "los senadores designados por las comunidades autónomas, elegidos por la asamblea legislativa de cada una a razón de un senador inicial y otro más por cada millón de habitantes de su respectivo territorio."

Por su parte, en el Congreso "cada provincia tiene garantizado un mínimo de partida de dos escaños. Las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla tienen uno cada una de ellas. De esta forma, quedan ya asignados 102 escaños. El resto de escaños se reparte de forma proporcional al número de habitantes de cada provincia."

Problemas y comentarios:

Obviamente este sistema es un tanto ridículo, dado que tenemos dos camaras. Una que pretende ser la base de la representacion territorial (Senado), y una poblacional (Congreso), pero en las que se introducen distorsiones. En el senado distorsiones poblacionales, y en el Congreso distorsiones relativas a la territorialidad al establecer un número mínimo de escaños por provincia, con lo cual tenemos en ambas un sistema mixto.
A la hora de la verdad el Senado, como se viene diciendo últimamente parece no tener un poder real, y se oyen algunas voces a favor de su supresión. Siendo éste el caso (el de un sistema unicameral de facto), me parece que no caben las críticas a que el voto pese más en unos sitios que otros, ya que considero que la organzación territorial del país debe de tenerse en cuenta (los habitantes de zonas menos pobladas necesitan esa sobrerrepresentación, o sus intereses no podrían ser defendidos adecuadamente).
Otro comentario que me parece importante y que es un punto a favor del sistema actual, es que se facilitan las mayorías. A mi esta característica me parece buena, como le parecía a los padres de la constitución, y como dicta el sentido común. (Para facilitar la gobernabilidad del país).

Vistos estos puntos, parecería que el sistema actual está genial, y que limitandonos a un sistema unicameral, tendríamos un Congreso con todas las características deseables.
No creo que sea así, ya que (hilando más fino) podemos ver que hay partidos que suelen salir especialmente perjudicados (léase IU y UPYD), no tanto en estas elecciones como en las pasadas.
En cualquier caso, ya que tenía tiempo, pues he escrito una breve propuesta de cambio.

Breve propuesta:

Mi propuesta es la de mantener el sistema bicameral actual (aunque sea por tradición), en la que el Senado tuviera una representación puramente territorial (2 o 3 senadores por comunidad autónoma y no provincia, ya que es la división administrativa de facto actual), y un Congreso en el que no se introdujeran distorsiones territoriales mediante la introducción de un distrito único.
La asignación 350 diputados para un único distrito mediante la ley d'Hont es básicamente un sistema proporcional, ya que la ley d'Hont tiende a la proporcionalidad para muchos escaños (corregidme si me equivoco). De este modo la útilidad de facilitar mayorías se pierde, con la consiguiente pega explicada antes.
Para solventar este problema (que muchos no veréis como tal), yo introduciría una simple fórmula:

E = 350(x)^u


Donde E es el número de escaños asignados a un partido que ha obtenido un porcentaje x de votos. El parámetro u se establece de forma aleatoria (algo así como el límite del deficit regulado con una ley orgánica) y puede variar entre '0' y '1' ('1' para un sistema proporcional que va facilitando las mayorías a medida que se acerca al '0').

Para introducir este cambio, es preciso garantizar el poder real del Senado.

lunes, noviembre 21, 2011

Asando castañas


El placer del esclavo,
esquivo de la realidad.
Libre para ser olvidado.



Y a veces el mundo parece tener un propósito.
Cuando cruzas La Castellana
y los coches parecen avanzar al ritmo de Lluis Llach.
Y eso no tiene ningún sentido,
pero no está reñido con el propósito ni la finalidad.

lunes, noviembre 14, 2011

De griegos y cántabros.


Miénteme,
léeme cuentos inventados,
de aventuras en nubes
de sueños robados.


Soy un vago. Me da tanta pereza formarme opiniones de los temas, que ya no se de nada. Donde antes hacía un riguroso estudio para formar opiniones fundamentadas, hoy me guío por la improvisación y la intuición.

No es un lamento, es un hecho. Mi mente pragmática lo asocia a la optimización del tiempo. Al fin y al cabo, no quiero que el día de mi muerte mi vida se resuma a un montón de opiniones.

Mi relativismo es el que me lleva a esa pereza. Para mi todo es opinión y no hay conocimiento objetivo. No se por qué, pero reafirmo la experiencia sobre el conocimiento. (Podría tratar de fundamentar esta opinión, pero toda esa dialéctica no iba a tener un valor objetivo, por lo que se cierra el círculo y me cago)

También me volví un intervencionista.

Al quitar el valor de toda esta labor reflexiva, mis opiniones varían de un día a otro. Los juicios carecen de valor, por lo que se pueden cambiar sin problemas.

Y un hedonista.

La voluntad se rindió al deseo. O quizá fue el deseo el que se rindió a la voluntad. Creo desear lo que quiero desear. En ese sentido soy bastante artificial. (Guardando un cierto margen a la estocasticidad, que no es sino la expresión de la voluntad subconsciente) Al final deseo y voluntad son una misma cosa.

En fin, no merece la pena pararse en este tema.

sábado, noviembre 05, 2011

Mejillones despechados comen queso de cabra

Apasionado de la indiferencia,
preso del tiempo.
Ser un muerto en vida,
ser en muerte un muerto.

No te fumes mis besos.